viernes, 23 de diciembre de 2011

Ajedrez, pasión de multitudes

(Por Rudy, enviado “espacial”)
(Este relato fue publicado en el diario Página 12, en 1990, antes de la tercera partida del match por el campeonato del mundo entre Gary Kasparov y Anatoli Karpov, jugado en Nueva York). 
En estos momentos en que el ajedrez vuelve a conquistar el interés general y tiene a todo el mundo pendiente de un trebejo, tal vez valga la pena rememorar algunos hechos que hacen a la historia de este milenario deporte.
Por ejemplo, ¿desde cuándo el ajedrez pasó a ser considerado un deporte, siendo que lo habitual es que los contendientes permanezcan sentados en un sillón (cómodo o no, según las circunstancias, pero en todo caso sigue siendo un sillón) y no corren cien metros llevando un peón de aquí para allí, ni tratan de encestar la reina en una cesta, ni batean al alfil, ni lanzan la torre lo más lejos posible, ni montan sus caballos e intentar batir los trescientos metros llanos, ni patean al rey, intentando introducirlo en una valla contraria y ni siquiera ubican el tablero en una superficie acuática que los obligaría a mantenerse a flote para realizar sus jugadas?
Tal vez este intríngulis pueda ser resuelto hoy, queridos lectores. Recordemos que, según cuenta la leyenda, el ajedrez comenzó a ser practicado por los indios (los de las Indias, no los descubiertos por Colón) en el año 3000 antes de Cristo. En esa época no se conocía el fútbol, ni el baseball, y muchos menos el Pacman). Vale decir, el único deporte que conocían los indios (los hindúes, para ser más precisos) era el ajedrez (y eso los que lo conocían). En el momento en qué las clases dominantes (que siempre las  hubo)  se dieron cuenta de que para una civilización antigua digna de figurar en los libros de historia necesitaban ser conocidos por la práctica de algún deporte, organizaron una licitación para que, quien quisiera, inscribiera algún tipo de disciplina en esa categoría. Sólo dos fueron inscriptos: el ajedrez, y la “caza del paria” (los parias eran los habitantes pertenecientes a la clase social inferior, sin voz, ni voto, ni teléfono). Finalmente las autoridades decidieron reservar la categoría de deporte para el ajedrez, y la de “pasatiempo” para la caza del paria. Ambas disciplinas trascendieron y hoy en día son practicadas por multitudes en todo el mundo. Digamos entonces que el ajedrez fue catalogado como deporte porque no habí a otro y no podían, por ejemplo, practicar el “lanzamiento de argolla a la pirámide”, que tanto furor hiciera en Egipto, y que se considera antecesor de nuestro tradicional “sapo”.
Los hindúes jugaban  al ajedrez tal como lo hacemos nosotros, pero en la India. Tenían algunas reglas especiales, eso si. Por ejemplo, no se le podía ganar a un “brahma” (clase más alta) salvo que uno mismo fuese a su vez brahma. Si uno era paria, no le podía ganar a ninguna otra casta, porque si llegaba a hacerlo, la revancha se jugaba a la “caza del paria”, y el resultado era siempre el mismo.
Otras civilizaciones antiguas cultivaron también el ajedrez, sin lograr que les crezca. Los fenicios lo jugaban en sus barcos, pero sus partidas no eran especialmente interesantes, pues terminaban negociando las piezas con su rival, y cuando a ambos contendientes sólo les quedaba el rey en el tablero, no podían sino hacer tablas. Los griegos impusieron dos estilos:  “El ajedrez duro”, que se jugaba en Esparta, cuyos peones se lanzaban al ataque los ochos a la vez y no paraban hasta comerse al rey enemigo o morir en el intento (todas las partidas que se conocen  terminaron de esta última manera, y entonces, los espartanos, enojados invadirían en serio a la civilización enemiga), y el ajedrez ateniense, lleno de preceptos filosóficos, como aquel de Heráclito que dijo: “ No se puede comer dos veces el mismo caballo”. Tales de Mileto (”si tres o más paralelas son cortadas por dos transversales no se pueden usar como tablero de ajedrez”) o Sócrates, a quien podías ganarle una partida pero te ibas convencido de que habías perdido.
También los hebreos, los persas, los romanos y los caldeos tuvieron algo que ver con este deporte, pero eso no lo estudie para hoy, así que se los comento en otra clase, ¿si?

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